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OPINIÓN
Carlos G. Rivero Quintana (*)
En plena campaña electoral, todas las fuerzas emergentes hacen un especial esfuerzo por competir con la maquinaria de propaganda de los partidos tradicionales. Esfuerzo que deben llegar al máximo número de personas, con los medios económicos y humanos que disponen.
Como todo en política, las formaciones políticas que pretenden plantear alternativas, deben medir los tiempos y recoger los contenidos necesarios para dar respuestas y lanzar los mensajes más acordes a las necesidades de los que consideran sus potenciales votantes, que deben o deberían ser la del conjunto de la ciudadanía, o al menos aquellas que consideran más justas y necesarias.
Pero para poder evaluar los pros y contras que se desarrollan en el tiempo, hay que hacer memoria para tener una visión de conjunto que nos permita ver más allá de los discursos o del carisma de los dirigentes de los partidos.
He encontrado dos artículos que pueden, cuando menos, generar dudas: "Carmena renuncia al banco público y pide cooperativas de madres para limpiar coles"; "El Tribunal de Cuentas detecta "deficiencias" e "incoherencias" en las primeras cuentas que audita a Podemos".
Es incontable el número de líneas editoriales de algunos medios de comunicación, a favor y en contra de Podemos, pero he decidido plantarme en hechos puramente objetivos que me han generado las dudas y que contradicen algunos de los pilares de la esencia de Podemos, o así lo defienden: recoger y materializar las propuestas de las asambleas ciudadanas (abiertas y manifestación de la voluntad popular); y el de la transparencia (en particular en la financiación de partidos políticos).
Aquí van dos ejemplos, en los que considero que Podemos tiene que actuar con contundencia, y en base a lo que defiende:
El primer artículo pivota sobre el partido que gobierna el Ayuntamiento de Madrid: "Ahora Madrid" (partido instrumental compuesto por diversas formaciones, y apoyado por Podemos). Según la alcaldesa, la Sra. Carmena, en declaraciones de junio pasado: "el programa de Ahora Madrid se fue construyendo poco a poco, se incluyeron muchas sugerencias y cuando asumí la candidatura dije desde un primer momento que lo entendía (el programa) como un conjunto de sugerencias pero que no todas se podían entender como presupuestos de implicación programática activa". Preocupa, cuando menos, que aún estando dicha formación fuera de Podemos, esté apoyara a un partido (Ahora Madrid) que incluía propuestas en su programa que consideraban no "acertadas", y a una candidata que se expresa en dichos términos cuando los mismos fueron decididos en las anteriormente mencionadas asambleas ciudadanas.
El segundo artículo se basa en el informe que el Tribunal de Cuentas emitiera a principio de este año respecto a la financiación de las pasadas elecciones europeas, en el que se detectaba hasta 57 casos (ingresos) que incumplían totalmente la LOREG (Ley Orgánica del Régimen Electoral General) por no contemplar ninguno de los requisitos de identificación que la norma requiere (nombre, DNI y domicilio). Habla de la fórmula que Podemos utilizara para sufragar la campaña de las europeas ("crowdfunding" o plataforma de financiación colectiva). En este caso es coherente e imprescindible ejercer los mecanismos internos que sean necesarios para cumplir la ley, y poder evitar donaciones irregulares.
Realizar análisis de la situación actual de nuestro país y generar propuestas en bases al mismo, y donde se comprometen a no ceder en propuestas que en política se denominan " líneas rojas", es lo adecuado para obtener respaldo de la ciudadanía. Ahora bien, generar expectativas muy altas conllevan un alto riesgo si llegado el momento estas no se pueden cumplir, y se consigue sacar adelante iniciativas mediocres, algo a lo que ya nos tiene acostumbrado los partidos tradicionales (que han generado frustración y desinterés por la política (la vieja política), y por lo que van a ser duramente castigados en las urnas), que no ahonden en las reformas de gran calado que nuestro país necesita.
Más allá de ejemplos, los cuales son públicos y no favorecen algunos de los principios de Podemos, está es una opción más a valorar ante el bipartidismo y los nacionalismos que retardan las reformas que nuestro país necesita, y habrá que englobarlas en los pros y contras a tener en cuenta a la hora de depositar la confianza de la ciudadanía el próximo día 20.
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OPINIÓN
Carlos G. Rivero Quintana (*)
En plena campaña electoral, todas las fuerzas emergentes hacen un especial esfuerzo por competir con la maquinaria de propaganda de los partidos tradicionales. Esfuerzo que deben llegar al máximo número de personas, con los medios económicos y humanos que disponen.
Como todo en política, las formaciones políticas que pretenden plantear alternativas, deben medir los tiempos y recoger los contenidos necesarios para dar respuestas y lanzar los mensajes más acordes a las necesidades de los que consideran sus potenciales votantes, que deben o deberían ser la del conjunto de la ciudadanía, o al menos aquellas que consideran más justas y necesarias.
Pero para poder evaluar los pros y contras que se desarrollan en el tiempo, hay que hacer memoria para tener una visión de conjunto que nos permita ver más allá de los discursos o del carisma de los dirigentes de los partidos.
He encontrado dos artículos que pueden, cuando menos, generar dudas: "Carmena renuncia al banco público y pide cooperativas de madres para limpiar coles"; "El Tribunal de Cuentas detecta "deficiencias" e "incoherencias" en las primeras cuentas que audita a Podemos".
Es incontable el número de líneas editoriales de algunos medios de comunicación, a favor y en contra de Podemos, pero he decidido plantarme en hechos puramente objetivos que me han generado las dudas y que contradicen algunos de los pilares de la esencia de Podemos, o así lo defienden: recoger y materializar las propuestas de las asambleas ciudadanas (abiertas y manifestación de la voluntad popular); y el de la transparencia (en particular en la financiación de partidos políticos).
Aquí van dos ejemplos, en los que considero que Podemos tiene que actuar con contundencia, y en base a lo que defiende:
El primer artículo pivota sobre el partido que gobierna el Ayuntamiento de Madrid: "Ahora Madrid" (partido instrumental compuesto por diversas formaciones, y apoyado por Podemos). Según la alcaldesa, la Sra. Carmena, en declaraciones de junio pasado: "el programa de Ahora Madrid se fue construyendo poco a poco, se incluyeron muchas sugerencias y cuando asumí la candidatura dije desde un primer momento que lo entendía (el programa) como un conjunto de sugerencias pero que no todas se podían entender como presupuestos de implicación programática activa". Preocupa, cuando menos, que aún estando dicha formación fuera de Podemos, esté apoyara a un partido (Ahora Madrid) que incluía propuestas en su programa que consideraban no "acertadas", y a una candidata que se expresa en dichos términos cuando los mismos fueron decididos en las anteriormente mencionadas asambleas ciudadanas.
El segundo artículo se basa en el informe que el Tribunal de Cuentas emitiera a principio de este año respecto a la financiación de las pasadas elecciones europeas, en el que se detectaba hasta 57 casos (ingresos) que incumplían totalmente la LOREG (Ley Orgánica del Régimen Electoral General) por no contemplar ninguno de los requisitos de identificación que la norma requiere (nombre, DNI y domicilio). Habla de la fórmula que Podemos utilizara para sufragar la campaña de las europeas ("crowdfunding" o plataforma de financiación colectiva). En este caso es coherente e imprescindible ejercer los mecanismos internos que sean necesarios para cumplir la ley, y poder evitar donaciones irregulares.
Realizar análisis de la situación actual de nuestro país y generar propuestas en bases al mismo, y donde se comprometen a no ceder en propuestas que en política se denominan " líneas rojas", es lo adecuado para obtener respaldo de la ciudadanía. Ahora bien, generar expectativas muy altas conllevan un alto riesgo si llegado el momento estas no se pueden cumplir, y se consigue sacar adelante iniciativas mediocres, algo a lo que ya nos tiene acostumbrado los partidos tradicionales (que han generado frustración y desinterés por la política (la vieja política), y por lo que van a ser duramente castigados en las urnas), que no ahonden en las reformas de gran calado que nuestro país necesita.
Más allá de ejemplos, los cuales son públicos y no favorecen algunos de los principios de Podemos, está es una opción más a valorar ante el bipartidismo y los nacionalismos que retardan las reformas que nuestro país necesita, y habrá que englobarlas en los pros y contras a tener en cuenta a la hora de depositar la confianza de la ciudadanía el próximo día 20.