OPINIÓN
José María Barrientos (*)
Mucho se habla del modelo turístico que soportamos en Canarias y creo que mucho más habrá que hablar en el futuro si no queremos tener sorpresas desagradables cuando nuestra competencia logre neutralizar los efectos de la llamada Primavera Árabe.
El efecto más devastador del actual modelo, aparte de no conseguir reducir el desempleo en nuestra comunidad, es la destrucción de Pymes que llega a tasas verdaderamente preocupantes con una pérdida en Canarias de más de 5000 Pymes de servicios en los últimos cuatro años.
Si a lo anteriormente expuesto le sumamos que los recursos generados se quedan en su mayor parte en los países de origen de los turistas y que, hasta la fecha, no hay financiación para las pymes y no entran en ninguna planificación estratégica del turismo en nuestra comunidad, salvo que el nuevo Gobierno le dé a esto un giro importante, la situación no puede ser más desesperante para emprendedores, autónomos y pymes del sector turístico y de servicios.
Todo lo anteriormente descrito se torna realmente fundamental para nuestro futuro turístico inmediato, si pensamos que precisamente autónomos, pymes y emprendedores, conforman el factor diferencial positivo de nuestra oferta turística, ya que es algo que no tienen nuestros competidores y no se puede crear por mucha inversión que se disponga pues el tejido empresarial es algo cultural social e inmaterial y se va forjando a lo largo de los siglos y, por suerte, nuestros competidores más directos no tienen ese tejido empresarial de pymes ya que su cultura comercial es totalmente distinta y tardarán años en ponerse a nuestra altura.
El nuevo Gobierno de Canarias, parece que está bastante en sintonía con esta teoría, o por lo menos es lo que hemos oído en las distintas reuniones que con el candidato, hoy Presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo se han mantenido por parte de los colectivos representantes de estos pequeños y medianos empresarios.
Ahora falta empezar a implementar medidas de apoyo y planificación para que el sector vuelva remontar.
No es solo el “todo incluido” lo que nos está afectando en la correcta marcha de nuestra principal fuente de ingresos, es que una de nuestras principales fortalezas, cual es esa oferta no alojativa de restauración, ocio y servicios tiene que remontar y empezar, a ser uno de los atractivos fundamentales y más valorados de nuestros destinos turísticos. De nosotros depende.
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