INGENIO
Amigos de toda la vida y compañeros del jugador de fútbol sala Fernando Quintana Fernández, le realizaron el pasado sábado, 11 de julio, en un Pabellón Pedro Padilla de Los Molinillos completamente lleno, un emotivo homenaje póstumo que llevó por lema “Va por Ti Nando”, con el cual, además de recordarle, quisieron mostrar todo su apoyo y cariño a sus familiares.
El acto comenzó con una exhibición por parte del Club de Gimnasia Rítmica Arotza, cuyas chicas realizaron diversas coreografías tanto en conjunto como de forma individual. Un original vídeo sobre la vida y trayectoria deportiva de Fernando contada desde el punto de vista de su balón, dio paso después a la lectura de un poema por uno de sus amigos y a la salida a la cancha, 25 años después, de aquellos amigos de infancia y juventud que tantas horas pasaron con él, dentro y fuera del campo, vistiendo camisetas con el lema de la noche. Tres saques de honor por parte de dos hermanas y una sobrina del homenajeado dieron comienzo al partido, que contó con la colaboración del árbitro Juan Hernández Rodríguez y que culminó con el resultado de 3-3.
Seguidamente llegaron los momentos más emotivos: las palabras de sus allegados. Uno de sus amigos, Carmelo Pérez, en representación de todos los compañeros, quiso recordar a este “gran compañero, excelente amigo y mejor persona, uno de los mejores jugadores de fútbol sala de la historia de Ingenio”, admitiendo lo duro que fue organizar este acto por todos esos recuerdos que les iban llegando de su infancia y adolescencia. Tuvo además palabras de agradecimiento para todos los colaboradores, participantes y vecinos y vecinas en general, finalizando mostrando todo su apoyo a la familia.
El acto siguió con la entrega de un ramo de flores a la madre de Fernando por parte de una madre de tres de sus compañeros y con las palabras de agradecimiento de su hermana Fela. Concluyó el homenaje con una entrega de placas a la Policía Local de Ingenio, a Protección Civil de Ingenio y al GIORS, recogidos por sus responsables, Justo Santana, Alejandro Novelle y José Antonio Bolaños respectivamente, por el intenso trabajo de búsqueda realizado tras su desaparición. Finalmente los compañeros entregaron unas placas en recuerdo de ese día a sus familiares así como una copa ganada en el verano del 94, muy importante para ellos, para acompañar todas las medallas y trofeos que sus padres siguen guardando en su habitación.
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